Audio policial evidencia provocación a pobladores de Chalchihuapan…


Publicado el 25/7/2014

Audios revelan conversación entre policías y mandos para usar granadas de gas contra población de Chalchihuapan

Por: Fernando Maldonado

Si quieren dialogar que se vayan a Puebla, ordena un alto mando policíaco a subalternos el día del desalojo violento en Chalchihuapan. Luego vino la tragedia: un niño de 13 años de edad muerto, al menos dos civiles heridos graves y más de 70 lesionados entre manifestantes y granaderos.
Una grabación de audio de la que Somos Noticia tiene una copia, evidencia la provocación policiaca que trajo como secuela los hechos violentos que ahora se conocen no solo en México, sino alrededor del mundo con el mote #LeyBala.
La comunicación vía Matra entre mandos que dirigieron el operativo del desalojo del nueve de julio en el kilómetro 14 de la autopista Puebla-Atlixco evidencia la falta de voluntad para establecer un diálogo conciliatorio con los inconformes que habían cerrado el paso vehicular, en demanda de la restitución de los servicios de Registro Civil.
La grabación muestra con claridad la trama policiaca en la que participan tres mandos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal que tenía como propósito contener y romper el bloqueo llevado a cabo por gente del poblado de Chalchihuapan, que terminó con la vida del niño José Luis Alberto Tlehuatie Tamayo.
De acuerdo con la línea de tiempo de la grabación de unos 15 minutos de duración, el jefe de Operaciones Policiales, Willibaldo Ramón Díaz Castillo avisa a su superiora, la subsecretaria de Coordinación y Operación Policial, Ofelia Flores Ramos de la disposición de los pobladores por evitar la confrontación.
“Jefa (…) el ex presidente auxiliar (de Chachihuapan) ya calmó a la gente de un lado, le están diciendo que no agreda al personal, ya vienen por otro lado”.
Entonces la segundo en el mando de Facundo Rosas, el secretario de Seguridad responde: “Ya están aventando gasolina (…) dile que si quieren dialogar que se vayan a Puebla”.
-Si fue lo que le dije, dialoga con la gente, porque de otra manera no vamos a terminar aquí, que dialogue con su gente y los calme, responde el subalterno con voz apurada desde el otro lado de la comunicación a través de radio.
Inquiere la subsecretaria del gobierno del estado: “Oye Yair (Bibiano Sánchez, coordinador de Despliegue Territorial Estatal) ¿del lado derecho con dirección a Izúcar (de Matamoros) tienes más gente? Ya están ocupando del lado derecho abajo del puente”.
El escenario se crispa conforma avanza el diálogo. Vuelve a intervenir el Coordinador de Operación Policial en el diálogo el día aquél: “Guerrero, Guerrero arrima la camioneta para acá, tráete todas las granadas wey, arrímalas para acá, Guerrero”.
Se escucha una tercera voz, presumiblemente la de Yair Bibiano Sánchez, que no obstante informa: “Ya estoy del otro lado, ya estoy adelante… ya está de momento tranquila, ya se empezó a tranquilizar, estamos aprovechando que nos avienten el camión, para que dialoguen, no sé si sea buena idea que pasen para allá”.
La situación se tensa cuando los manifestantes reciben las primeras agresiones con químicos, según se desprende del siguiente diálogo policial: “Allá atrás… este Antares, también tenemos el problema y es lo que está nuevamente (regresando) a la situación hostil de la gente, ya se habían tranquilizado, pero estas detonaciones de lo del gas allá atrás ya están generando otra situación”.
Alguien ordena tajante: “Pon atención del jefe Antares, del jefe Willy (Willibaldo Ramón Díaz Castillo) … hay que administrar los agentes químicos…”
La subsecretaría entra a la conversación -Lo que sí tenemos que abrir la vía.
-Hay que cuidar el gas, que no se nos agote, ordena la voz masculina.
– Vamos agrupando para romper el bloqueo, estamos muy dispersos y nomás nos estamos desgastando en un solo bloque, ordena la subsecretaria.
Lo que viene es una serie de órdenes confusas en medio del enfrentamiento, cuando la población alterada por el uso de gases lacrimógenos responde a pedradas. La narrativa utilizada sugiere que es la propia Ofelia Flores Montes la que ordena a los granaderos bajar del puente sobre la autopista, lo que ocasiona múltiples heridos, ante la evidente ausencia de capacitación adecuada como lo ordena cualquier manual de movilización policíaca.

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